sábado, 9 de junio de 2012

"¿Otra vez vosotros, Celtics?"

Por Bird, Parish y McHale. Por Bill Russell y el Misisipi. Por Scorsese y los Dropkick Murphys, el té vertido y los disfraces de mohawk, los Red Soxs y la sopa de almejas. Por Reggie Miller, más que digno segundo mejor triplista de la Historia. Por Di Natale, legendario goleador del Udinese, y DiNatale, constructor del parquet del garden. Por los listones de marrón anarajando, testigos mudos de los horrores de la II Guerra Mundial, y sus "zonas muertas". Por Leon Wood y aquel masajista de los Knicks, victimas indirectas de la genialidad del Pájaro. Por David Stern, sus camisetas, los owners who talk too much, los que confunden experiencia con vejez. Por la tristeza que nos produce que el baloncesto se haya convertido en dinero, músculo  y vehículos KIA. Por lo que representan diecisiete telas colgadas de un techo y lo mal que suena ese número, diecisiete, con lo bonito que es el dieciocho. Por Havlicek, que en una noche como la de hoy en 1974, lejos de Boston, demostró que existía vida más allá de El Halcón, después de meternos él mismo en un buen lío en el Garden dos días antes; así somos nosotros, ¿por qué ganar en 6 partidos? ¿Acaso no tenemos cojones para jugárnosla en un séptimo partido fuera de casa? Por Eddie. Por aquel gordito bebé y su amigo bajito que todavía escuchan los cánticos en los rincones del Garden de la que fue su noche (mañana hace ya dos años). Por Bradley, Wilcox y (¿por qué no?) también por Jermaine. Por aquel hombre a un puro pegado. Por esa afición que perdiendo de 20 no cesa en su grito hasta el último segundo, la única para la que el baloncesto no es un deporte, sino una religión, una forma de vida. Por vosotros: Ryan, Keyon, Marquis, E'Twaun, Mickaël, Shasha, Gregorio, JaJuan, Brandon, Rajon, Ray, Kevin, Paul. Por el verde...

Esta noche tenemos una cita con una sabia y pulcra mujer. Nos conoce más que nadie, y sabe que aunque algunas veces lleguemos tarde al restaurante y la decepcionemos, nuestra relación es imperturbable y sólida, pues nuestro amor dura desde la adolescencia. La Historia nos espera, majestuosa y serena, hoy, a las 2:30 en Miami.