martes, 19 de abril de 2011

Real Madrid-Barcelona: el fútbol en sus múltiples representaciones

Tras el primer Clásico, Real Madrid y Barcelona afrontan una recta final de temporada destinada desde comienzos de la misma a que ambos equipos se encontrasen. Son, actualmente, los dos mejores equipos del mundo, aunque nadie niega que los azulgrana son superiores. Tres partidos soñados por el mundo del fútbol, donde la psicología será uno de los factores más importantes. Pero, para hablar de estos tres partidos (escalonados en importancia), es necesario hablar del polémico partido del sábado, en boca de todos tanto por el extraño arbitraje de Muñiz como por el controvertido planteamiento táctico de José Mourinho.


Desde la conclusión del partido, se ha criticado en diversos foros y por personas muy diferentes (desde los individuos más intelectualmente deshonestos de la prensa de Barcelona a leyendas como Cruyff y Alfredo Di Stéfano) la táctica empleada por los merengues. Consistía en sacrificar la figura del engache por un mediocentro defensivo más, formando el mal llamado "trivote", en el que Pepe se situaba por delante de la defensa como anti-Messi. Pero, para los críticos, lo de menos fue el dibujo: el Madrid esperó en su campo, formando dos líneas de presión, que hizo que el Barça tocará y tocará el balón en posiciones alejadas del área de Iker Casillas. Esto fue tachado de "táctica de equipo pequeño" por varios periodistas, a pesar de que el resultado final fuese un 1-1 merecido por ocasiones de peligro creadas.
En defensa de Mourinho, me pregunto si alguno de esos críticos tienen alguna idea de cómo plantar cara a este Barcelona sin renunciar a valores ancestrales que según ellos poseen en Chanmartín. Muchos de los equipos que aparentemente jugaron de tú a tú al Barça cayeron, sino por goleada, sí justamente (Villarreal, Shakhtar, Valencia). Sin embargo, la "racanería y traición" parece que dieron mejor resultado tanto estadísticamente como a nivel de afición. Y es que sin duda el madridismo se conformó e incluso se alegró del empate por varias razones. Primero, porque eran ya cinco victorias consecutivas del Barcelona, con goleadas incluidas. Segundo, el Real Madrid venció a las adversidades de jugar en inferioridad numérica la segunda parte y el 0-1 en contra, consiguiendo empatar gracias a los acertados cambios de Mourinho. Por último, y más importante, la diferencia de fútbol entre los dos equipos es bien conocida, tanto sus causas como sus consecuencias. El Barcelona lleva trabajando veinte años en un proyecto, una idea que cogió forma con las dos primeras copas de Europa y, posteriormente, encontró a su líder con Pep Guardiola, un hombre de la casa que los llevaría a la cumbre. Ahora el Barça es un equipo con jugadores que se conocen a la perfección, que juegan automáticamente, con un patrón de juego definido. Desde que está Guardiola en el banquillo se han visto tres variaciones sobre un mismo modelo: con Eto'o, con Ibra y con Villa. Esta última, al que le toca enfrentarse a Mourinho, es un estilo absolutamente depurado, y mucho más efectivo. Quizás el asturiano le quita la verticalidad que daban Eto'o o Ibra, pero ha permitido mover a Messi hacia la posición de "falso 9". Ante esto, creo personalmente que sólo una mente maquiavélica como la de Mourinho puede derribar a esta máquina de hacer fútbol asociativo, y ya lo demostró el año pasado. Sólo se puede con su capacidad para contrarrestar al contrario, monopolizar la presión mediática y dominar la psicología de masas.


También se ha criticado al Madrid del sábado en relación con la historia de la institución. Sociológicamente es interesante que una sociedad y unos medios que atacan a jueces que intentan encajar piezas de nuestro pasado, nuestra historia, tengan tan profundizados grandes conceptos como la Historia, la tradición, los valores en algo que al fin y al cabo es externo a ellos, en plena época de la hiper-comunicación y del mundo fragmentado. Yo, como madridista, lo que quiero es que el madrid gane siempre, y sea siempre competitivo. Me empezó a interesar el fútbol en la primera era Florentino, con apenas 6 años. La Historia para mi generación, la que ha esperado años y años para ver a su equipo competir entre los grandes de Europa, se escribe ahora.
Mañana es la final de Copa. Los nervios y las dudas afloran en los dos conjuntos, moviéndose entre la prudencia y el ataque verbal. Mientras en el Barcelona la única duda es si un jugador se recuperará para el partido, por si habría que cambiar posiciones sin variar el esquema, en Madrid se preguntan por qué sistema táctico se decidirá Mourinho: renunciará otra vez a la transición elaborada, sin conducción, como antes de quedarse con 10, u optará por la entrada de Özil por Benzema como "falso 9", dando más creatividad y cabeza a las posesiones blancas, o quizás por la presencia de Manolito Adebayor entre los centrales para bajar balones ante la posibilidad de segundas llegadas. Hay muchas formas de jugar al fútbol, muchos sistemas que dependen de factores como la cultura, el clima, la sociedad, etc. Me encanta terminar de ver un partido de la liga italiana y ponerme con un fútbol tan diferente pero igualmente válido como el inglés o el alemán. No es la variedad lo que corrompe el fútbol, sino el nuevo elitismo de ciertos iluminados que se creen que este deporte se inventó ayer. Estos tres partidos que nos brinda el destino sólo van a servir para engrandecer al fútbol, gane quien gane.

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